El saludo es muy importante, debemos siempre recordar que la buena educación comienza con el saludo.

Los buenos modales se demuestran con la cortesí­a.

Es un error cuando llegamos a un lugar decir solamente “buenas”, se debe decir; buenos días, buenas tardes o buenas noches, según sea el horario, el saludo debe ser completo, Hágalo con voz clara, que se escuche.

Saludamos al llegar a un lugar público o privado, lo mismo que al llegar a una casa, saludaremos a los adultos y también a los pequeños, hasta a los que no conocemos. El que llega es el que saluda.

Saludaremos, desde la más humilde hasta la más importante de las personas presentes, el respeto es para todos por igual, cuando dé la mano hágalo con firmeza y seguridad.

El complejo de superioridad les pertenece a los verdaderamente inferiores.

En cierta ocasión al cruzar una sala de espera, donde se encontraban varias personas, saludé a todos en general y dije; buenos dí­as, nadie contestó… insistí, señores, buenos días, otra vez, fué entonces que contestaron el saludo, y cual serí­a su sorpresa al ver que era yo, la ejecutiva de la empresa con quien tení­an que tratar…que difícil situación para ellos!

Sea siempre cortés, responda cuando lo saluden, cuidado!…nunca se sabe.

Hace poco ví­ con mucho agrado a un abogado y polí­tico de la ciudad de Miami, gran amigo mí­o, que al llegar a un lugar saludó con respeto y cariño, estrechando su mano al portero del lugar y luego a todas las demás personas que se encontraban presentes. La verdad, me sentí­ muy orgullosa de ser su amiga por su educación y humildad.

Recuerdo que mi padre decía; Mientras más grande llegues a ser o más llegues a tener, es cuando más humilde tienes que ser.

Hágalo usted también se sentirá feliz.

Apague su celular al llegar a un lugar, no entre hablando con su teléfono, aparte de ser de muy mal gusto, le restará importancia a la persona que esté visitando.

Sea cortés, regale siempre su mejor sonrisa, una sonrisa no cuesta nada y es la llave que le abrirá muchas puertas.